La Red por los Derechos de la Niñez y Juventud de Puerto Rico expresó su profunda preocupación y dolor ante el incidente ocurrido en Arecibo, donde un padre, Miguel Ángel González Varela, de 60 años, tomó la vida del presunto agresor de su hija. Aunque los hechos aún se investigan, el caso evidencia con crudaza las grietas estructurales de un sistema que muchas veces falla en proteger a las víctimas, responde tarde y deja solas a las familias enfrentando la violencia.
“Este no es solo un caso individual. Es el reflejo de un sistema que, en demasiadas ocasiones, ha abandonado a las víctimas y obliga a las familias a convertirse en jueces, jurados… y trágicamente, en verdugos. ¿Hasta cuándo vamos a ignorar las señales?”, expresó Marcos Santana Andújar, presidente de La Red. “Un padre no debería tener que elegir entre su hija y la ley. Y este país tampoco debería hacerlo”.
El presidente de La Red aseguró que casos como este no deben ser leídos solo desde la perspectiva judicial o punitiva, sino desde el reconocimiento de una falla sistémica y una deuda histórica con la prevención de la violencia, especialmente: la violencia de género, el maltrato infantil y la violencia doméstica. Asimismo, destacó que existen planos, marcos jurídicos, fondos y recursos que deben ejecutarse de forma urgente y coordinada para que ninguna persona tenga que enfrentar este tipo de decisiones extremas.
Por su parte, Emibell Chong Trinidad, vicepresidenta de programas de La Red, afirmó que “la violencia que enfrentan nuestras niñez y adolescentes no surge de un vacío. Es producto de múltiples factores, entre ellos la normalización del machismo, la falta de acceso a servicios, el abandono institucional y la impunidad. No podemos seguir actuando solo cuando hay tragedia. Todas las violencias que viven nuestras familias a diario, la falta de implementación y seguimiento responsable de los protocolos de seguridad, la doble moral al implementar el proceso judicial, ver que cada vez más. el sistema nos falla a todos… esto ha forzado a las familias a tomar la justicia en sus manos”.
Ante esta situación, Chong Trinidad exhortó a invertir en la prevención. “Como país tenemos que tomar ya la decisión: continuar desde las gradas como espectadores de la tragedia, o decidir si vamos a construir desde una sociedad preventiva y protectora, que mira, reflexiona y acciona conscientemente antes de que esté fuera de control, porque tarde ya llegamos. Yo estoy convencido de que hay posibilidad de hacerlo distinto, si implementamos tal cual las herramientas que ya desde varias comunidades y organizaciones hemos propuesto. Urge volver a lo esencial: invertir en prevención, fortalecer las redes de apoyo y actuar a tiempo”.
La Red ha trabajado por más de una década en la atención, prevención y erradicación del maltrato infantil mediante servicios directos, promoción de políticas públicas y capacitación a millas de proveedores de servicios en todo el país. “Hemos hecho y seguiremos haciendo nuestra parte”, dijo Santana Andújar.
Sin embargo, el presidente de La Red reiteró un llamado urgente a:
- Implementar de forma inmediata el Plan de Reconstrucción Social y Prevención de la Violencia con enfoque en salud pública y derechos humanos;
- Fortalecer los sistemas de atención y respuesta ante señales de maltrato con intervenciones oportunas y no revictimizantes;
- Revisar y armonizar la legislación vigente en materia de protección, para maximizar el impacto y redirigir los recursos a las áreas de mayor necesidad.
“No basta con indignarnos. Es hora de asumir responsabilidad colectiva y acción coordinada. La niñez, la juventud y las familias del país no pueden seguir enfrentando solas la violencia”, puntualizó Santana Andújar.