El representante Jerry Nieves, del Distrito 13 (Manatí, Florida, Barceloneta y Arecibo) y también presidente de la Comisión de la Región Norte de la Cámara Baja, radicó el Proyecto de la Cámara 423, “con el que buscamos proteger, a toda costa, los derechos de las personas que dependen de animales de apoyo y servicio”.
“Nuestro proyecto da un paso firme hacia la equidad, dignidad y verdadera inclusión de las personas con diversidad funcional y otras condiciones de salud. No podemos seguir permitiendo, bajo ningún concepto, que se les discrimine o impida acceder a servicios y espacios públicos por estar acompañados de un animal de apoyo o servicio que resulte vital para su bienestar y autonomía”, expresó en un Comunicado de Prensa.
El P. de la C. 423 reconoce la figura de los animales de apoyo emocional, además a animales de servicio tradicionalmente reconocidos. Esto incluye no solo perros guías, sino también animales entrenados para asistir a personas con condiciones como el Trastorno del Espectro Autista (TEA), epilepsia, ansiedad severa y otros desórdenes de salud mental.
“Nuestro proyecto busca atender no solo los derechos humanos de las personas con diversidad funcional, sino también garantizar el bienestar y el entrenamiento ético de los animales que les asisten”, destacó.
“Nuestro proyecto de ley responde a la necesidad urgente de reconocer la ampliación del concepto de ‘Animal de Apoyo y Servicio’, conforme a los avances modernos en el entrenamiento de animales que asisten a personas con impedimentos y personas con otras condiciones de salud… El uso de animales como soporte terapéutico, emocional y físico ha demostrado ser una herramienta efectiva para garantizar la seguridad, bienestar y calidad de vida de las personas que dependen de ellos… Esta legislación es una actualización indispensable que amplía la protección de estos derechos en Puerto Rico, armonizándola con los criterios modernos reconocidos a nivel internacional”, explicó.
“Los animales de apoyo y servicio son un recurso esencial para garantizar la inclusión, dignidad y bienestar de miles de personas con diversidad funcional o condiciones de salud. Para estos seres humanos, la presencia de un animal de apoyo no es un lujo ni una preferencia, sino una necesidad vital que les permite desenvolverse con mayor autonomía y seguridad en su vida diaria… Sin embargo, la falta de un marco legal actualizado ha generado confusión, discriminación y barreras que obstaculizan el ejercicio de sus derechos. Es inaceptable que en pleno siglo XXI estas personas continúen enfrentando restricciones arbitrarias para acceder a espacios públicos y privados con sus animales de apoyo, cuando la evidencia científica ha demostrado, de manera irrefutable, la importancia de estos compañeros en su bienestar físico y emocional”, puntualizó.
“Nuestra iniciativa no solo busca proteger a las personas con diversidad funcional y condiciones de salud, sino que también promueve el bienestar animal, asegurando que estos compañeros reciban un trato adecuado y sean valorados por el papel fundamental que desempeñan en la vida de quienes los necesitan… La relación entre un animal de apoyo y su usuario es una de profunda interdependencia, donde el bienestar de uno impacta directamente al otro. Por ello, es fundamental que esta legislación establezca los estándares necesarios para que los animales de apoyo sean entrenados de manera ética y efectiva, garantizando su seguridad y calidad de vida”, puntualizó Jerry Nieves.
El proyecto ya pasó a la Comisión de Adultos Mayores y Bienestar Social para vistas públicas.