El pasado 22 de noviembre de 2025, la finca Monte Sagrado Reserve, propiedad del artista Draco Rosa, se convirtió en el escenario donde la gastronomía, la agricultura y la cultura se unieron con un propósito común: celebrar el ají dulce como símbolo de identidad puertorriqueña. Así nació la primera edición de “Somos Ají Dulce”, un evento que reunió a reconocidos chefs, agricultores visionarios y amantes de la cocina en el corazón de la montaña.
La iniciativa surgió de la visión compartida de Efrén Robles, agroempresario de Frutos del Guacabo; el chef Juan Peña, del Hotel Condado Vanderbilt; y Guillermo Abril, productor de Culinary U. Tres amigos con miradas distintas, complementadas por un mismo compromiso: exaltar la riqueza agrícola y culinaria de Puerto Rico y fortalecer la economía local a través de sus productos emblemáticos.
A poco más de una hora de camino, Utuado anticipaba lo que estaba por venir. Al llegar a Monte Sagrado Reserve, la brisa arrastraba ese aroma dulce, fresco y familiar para quien vive en la isla: el ají dulce, preludio perfecto de una velada dedicada a honrar nuestra tierra desde la raíz.
La finca recibió a los visitantes con su elegancia natural: montañas imponentes, sonidos de la naturaleza que solo se perciben cuando se escucha con intención, y una atmósfera que invitaba a reconectar con lo esencial.
El evento, más que un festival gastronómico, se sintió como un abrazo cultural, una celebración de lo auténtico y lo nuestro. Desde la primera carpa, el ají dulce brilló como protagonista absoluto, impulsado por la creatividad de quienes dieron vida a esta experiencia extraordinaria.
La visión del colectivo fundador quedó clara desde el primer paso. Ese ingrediente que usualmente es solo una base del sofrito tomó aquí un rol estelar. Margaritas infusionadas, interpretaciones contemporáneas, técnicas clásicas y ejecuciones audaces demostraron la versatilidad y el potencial culinario del icónico ají dulce.
Chefs de renombre como Xavier Pacheco, Juan Camacho, Raúl Correa, entre otros, guiaron al público por un recorrido sensorial donde cada creación contaba una historia: la del campo, la de nuestras raíces y la de una cocina puertorriqueña que evoluciona sin perder su esencia.
Campo y ciudad, unidos en una misma mesa
Entre estaciones de coctelería, música en vivo y áreas lounge, los asistentes disfrutaron de una experiencia diseñada para reconectar con la tierra. Agricultores y artesanos compartieron víveres recién cosechados, productos locales y conversaciones que recordaron la importancia de valorar a quienes cultivan lo que llega a nuestras mesas.
Al final, “Somos Ají Dulce” cumplió su promesa: unir mundos, tender puentes y reafirmar que la agricultura puertorriqueña es un tesoro vivo que merece ser celebrado.
Un equipo culinario extraordinario
La propuesta gastronómica estuvo a cargo de un destacado grupo de chefs cuya creatividad elevó la experiencia a un nivel excepcional:
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Jeremy Cruz – Royal Isabela
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Juan Camacho – Casita Miramar
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Jorge López – Laut Restaurant
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José Meléndez – Yoko
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Xavier Pacheco – Los Guapos
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Raúl Correa – Bacoa y Aldeana
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Sebastián Rosado – Levant
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Alexis Rivera – Crudo Carbón
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Feryabriel Landrau – Crudo Carbón
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Andrea Santiago – Lulos Sweet
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Juan Peña – Condado Vanderbilt Hotel
Cada uno interpretó el ají dulce desde su propio lenguaje culinario, logrando un resultado común: reafirmar que Puerto Rico vive un momento extraordinario en la alta gastronomía.
Una primera edición que marca el comienzo
El cierre del evento dejó un mensaje claro entre chefs, agricultores y asistentes:
“Somos Ají Dulce” llegó para quedarse.
Esta primera edición no solo celebró un ingrediente; celebró una identidad colectiva, un territorio fértil y una cocina que continúa conquistando paladares con autenticidad, carácter y una profunda conexión con la tierra.
