El panorama crítico de las finanzas de algunos hospitales en Puerto Rico requiere una mirada comprensiva con el objetivo de proteger el acceso a estos servicios, medidas de política pública, cambios internos en el sector y un frente unido para abogar por las fuentes federales y locales de financiamiento de la salud.
Estas recomendaciones forman parte del estudio “Actualización de la industria hospitalaria 2025: Situación financiera de los hospitales” que realizaron Estudios Técnicos, Inc. (ETI) y Galíndez LLC. El estudio se presentó hoy en la convención de Healthcare Financial Management Association (HFMA), capítulo de Puerto Rico, celebrada en el Hotel Vanderbilt.
“Es mucho lo que se requiere hacer para atender los retos de los hospitales. Debemos dar acceso a estos servicios hospitalarios, atendiendo el riesgo que implica para las poblaciones residentes fuera de los principales centros urbanos de Puerto Rico. Las soluciones al problema implican medidas de política pública, la promoción de un marco que permita una ágil y eficiente restructuración del sector y cambios asociados a temas internos de esta industria. Por ejemplo, se requieren cambios en la administración de estos para hacer sus servicios más costoefectivos ante la realidad de menos pacientes y que el gobierno tome medidas como regular mejor las instalaciones médicas y la relación con las compañías de seguros. Por otra parte, el sector tiene que hacer un frente unido para continuar abogando por las fuentes de financiamiento de la salud a nivel local y federal”, expresó Graham Castillo, presidente de Estudios Técnicos, Inc.
Castillo indicó que “en Puerto Rico hay actualmente $17 billones disponibles para servicios de salud y todavía estamos discutiendo estas situaciones tan precarias de los hospitales. Desde el 2011 al 2024, Puerto Rico ha experimentado un crecimiento de recursos económicos directos para atender la salud de los puertorriqueños que duplicó los recursos en este periodo, desde unos $8.5 billones en el 2011 hasta unos $17.0 billones en el 2024. No es por falta de recursos que tenemos esta crisis”.
Una de las razones es la merma de pacientes, en parte por la disminución en la población, que se redujo de 3.7 millones en el 2011 a 3.2 millones de personas en el 2024. La cantidad de pacientes atendidos en los hospitales de tratamiento agudo en Puerto Rico se redujo de 334,770 en el 2016 a 287,130 en el 2023. Castillo explicó que igualmente “la demanda de servicios en los hospitales se ha reducido por un cambio en el modelo de provisión de los servicios de salud y el desarrollo tecnológico, que reduce la demanda por los hospitales y su ocupación, los días de estadías, y las visitas a salas de emergencia”. Galindez añadió “que el modelo tiene los mecanismos para desincentivar la utilización de los hospitales por otros modos de servicio más económicos. Aparte, el desarrollo de nuevos tratamientos y servicios de saludo ambulatorios y en el hogar han reducido la utilización del sistema”.
El estudio compara la situación de los hospitales de Puerto Rico con los de Estados Unidos. “En la Isla los días pacientes, el tiempo que un paciente está encamado en un hospital, se redujeron también. En el 2013 había en los hospitales de Puerto Rico un 74% de días paciente y el año pasado se redujo a 61%”, indicó Julio Galíndez, consultor de Galíndez LLC. Explicó que un hospital debe tener una tasa de ocupación mayor al 75% para ser costoefectivo.
“En los hospitales, que están en situación financiera más delicada es muy importante fortalecer la gobernanza y la administración. Pensaría en alternativas como moverse hacia una metodología de pago distinta al actual pago por días de estadía del paciente encamado en el hospital y sustituir, por ejemplo, con pagos basados en el diagnóstico o condición clínica del paciente. No es en realidad el mismo costo diario por paciente para un hospital si se consideran los recursos que se invierten para atender a alguien encamado para una terapia o una condición de salud sencilla que para una operación de apendicitis u otra cirugía mayor. Si el sistema de pago es a base de diagnóstico el pago varía al contemplarse la agudeza de la condición de salud”, planteó Galíndez.
El análisis de Estudios Técnicos, Inc. y Galíndez LLC abarcó datos de 49 de las 60 instituciones hospitalarias en Puerto Rico. Entre estas hay hospitales de tratamiento agudo, hospitales psiquiátricos y hospitales de rehabilitación, tanto con fines de lucro como de entidades sin fines de lucro. En la presentación se analizaron datos de unos nueve hospitales, que no se identifican, que están en problemas financieros. Tanto Galindez como Castillo mencionaron que, en el pasado reciente, hospitales que han tenido dificultades financieras terminaron consolidándose con otros y es un escenario que podría volver a darse.
Galíndez comentó que un área a mejorar es la relación de los hospitales con los planes médicos. “En la medida que tienes menos pagadores, más pacientes van a entrar de ese pagador o compañía de seguros de salud. Así que si en cada hospital el 70 por ciento de los pacientes tienen su plan médico con un solo pagador. ¿Qué fortaleza tiene el hospital para negociar con la compañía de seguros? La Oficina del Comisionado de Seguros publicó hace algunos años un estudio que establece una situación de cuasimonopolio en el mercado de seguros médicos. El gobierno tiene que actuar al respecto para analizar el elemento de regulación de las compañías de seguros a través del Comisionado de Seguros y proveer alternativas”, indicó.
Para los hospitales las recomendaciones del estudio incluyen establecer métricas operativas y financieras y monitorearlas; evaluar las tasas de reembolso de los servicios ambulatorios; enfatizar el uso de tecnología y los expedientes clínicos electrónicos y educar al personal médico de cómo utilizan los recursos del hospital.
Al gobierno, recomiendan: designar un organismo independiente para que estudie todo el modelo del sistema de salud y determine cómo se utilizan los recursos; establecer regulaciones en el proceso de acreditación y contratación de proveedores y liberar a las aseguradoras de estos procesos; promover el uso de alternativas de inversión, como la Ley 60 de Fondos de Inversión, para establecer una fuente de financiamiento de capital para las instituciones médicas en Puerto Rico; y utilizar los mecanismos existentes en el Departamento de Salud para regular las instalaciones médicas y luego regular para evitar situaciones como las quiebras del Hospital del Maestro o del Hospital Interamericano de Medicina Avanzada (HIMA).