Adnan J. Rodríguez Torres, artista plástico y educador de bellas artes comienza a dejar su huella en el mundo del arte puertorriqueño. Con tan solo 23 años y cerca de completar su maestría, Rodríguez Torres ha ganado el prestigioso premio Miguel Pou de la Escuela Especializada de Bellas Artes de Ponce y mención de felicitación del Senado de Puerto Rico.
Rodríguez Torres comenzó educación formal en las artes a la edad de 12 años en la Escuela Especializada de Bellas Artes de Ponce, donde mostró su talento innato, completando un certificado básico y avanzado con especialidad en pintura. Su deseo de continuar su formación artística lo llevó a la Pontificia Universidad Católica de Ponce (PUCPR), donde cursó un programa combinado que le permitió adelantar cursos de su maestría en Artes Plásticas con concentración en pintura, mientras completaba su bachillerato.
Su primera oportunidad fuera de la escuela surgió cuando el artista puertorriqueño Alberto Ongay lo invitó a exponer en la Galería Trinitaria, que rápidamente capturó la atención de otros artistas establecidos, como Wichie Torres. Partiendo de aquí, participó en exposiciones en Plaza del Caribe, el Museo de Historia de Ponce y realizó su primera exposición individual en la Biblioteca Municipal de Ponce Mariana Suárez de Longo.
Evolución e intensión artística
Rodríguez Torres ha evolucionado su técnica y perspectiva artística considerablemente desde sus inicios. El pintor comparte que inicialmente su enfoque eran los paisajes y elementos naturales, evitando la figura humana debido a su complejidad. Sin embargo, luego de adentrarse en sus estudios universitarios decidió darse una oportunidad y enfrentar su miedo, lo que dio como resultado obras de arte con elementos surrealistas, creando un estilo único y ligado personalmente al artista.
“Mezclo la figura humana con el surrealismo, es mi toque personal. Es una combinación de lo carnal con lo imaginario, con algo meramente emocional”, describió.
Por otro lado, sus influencias artísticas son diversas, desde los históricos Salvador Dalí y Diego Velázquez hasta contemporáneos como el artista puertorriqueño y profesor Jaime Rosa. No obstante señala que sus experiencias de vida han sido la mayor influencia en su trabajo.
“Lo que más me caracteriza es que me utilizo a mí mismo para poder expresar lo que siento. No considero justo hablar o expresar sentimientos desde otro punto de vista que no sea el propio”, explicó Rodríguez Torres.
En cuanto a la preparación de sus obras, es minuciosa y artesanal. El pintor prepara sus propias telas y bastidores, aplicando gesso antes de comenzar el proceso de dibujo y pintura. Actualmente, el artista experimenta con nuevas técnicas y materiales, incluyendo pinceles de pelo grueso y la integración de elementos naturales y esténcil en sus piezas.
Más allá que solo el cuerpo humano
Rodríguez Torres busca conectar con jóvenes de su generación, quienes, como él han enfrentado desafíos como huracanes, terremotos y pandemia, con la intención de provocar reflexiones profundas, abarcando temas como la superación personal, salud mental y el existencialismo en sus obras.
Para culminar su maestría, el artista realizará una exposición individual de su tesis y aspira a obtener una residencia artística en Puerto Rico o el extranjero. “Deseo continuar descubriéndome, quiero que mi arte sea lo más puro y natural posible”, expresó.
Interesados en trabajar como modelos para estudio, hacer una colaboración o exposición artística con Rodríguez Torres pueden contactarse a través de Instagram a arodz.art.
