Cuando el reloj marca las doce y el cielo se ilumina con fuegos artificiales y petardos, para muchas personas comienza la celebración. Sin embargo, no todos viven ese momento con alegría. Para miles de mascotas, especialmente perros y gatos, la despedida de año y otras festividades ruidosas se convierten en una experiencia marcada por el miedo, los temblores y la confusión.
“Algo que debemos tener presente es que, si la fiesta es en nuestro hogar o cerca de él, los animalitos también están invitados”, reflexiona la veterinaria Karina Rosa, experta en comportamiento animal. Lejos de querer “bailar” o disfrutar del ambiente, muchas mascotas se asustan ante ruidos excesivos a los que no están acostumbradas. Esa realidad fue la que motivó a la especialista a compartir información preventiva, con un mensaje claro: celebrar también es cuidar.
Rosa advierte que los fuegos artificiales y otros sonidos intensos pueden generar altos niveles de ansiedad en perros y gatos, llevándolos incluso a situaciones de peligro. Escaparse de la casa, esconderse de forma descontrolada o manifestar conductas nerviosas no debe interpretarse como mala conducta. “No es desobediencia, es miedo”, subraya la veterinaria, al explicar que estos comportamientos son respuestas naturales al estrés extremo que provoca el ruido.
Ante este panorama, la especialista destaca que el poder de prevenir está en manos de los tutores. Prepararse con antelación puede marcar una diferencia significativa en el bienestar de las mascotas. Entre las recomendaciones más importantes se encuentran crear un espacio seguro dentro del hogar, mantener las rutinas habituales, acompañar a los animales durante la noche y utilizar productos calmantes siempre bajo recomendación veterinaria. Asimismo, asegurar que las mascotas tengan identificación adecuada es una medida clave para evitar pérdidas en caso de que intenten escapar.
De igual forma, Rosa enfatiza la importancia de aprender a “escuchar” a las mascotas. Aunque no se expresen con palabras, comunican su ansiedad mediante señales claras como jadeo excesivo, temblores, vocalizaciones o intentos de esconderse. Atender estas señales a tiempo, explica, es un acto de amor y de responsabilidad que fortalece el vínculo entre humanos y animales.
La doctora Karina Rosa, veterinaria interna de Royal Canin Puerto Rico, recalca que cerrar el año con conciencia y empatía también implica pensar en quienes nos acompañan en silencio, pero con una lealtad sin límites. “Un pequeño ajuste en nuestras celebraciones puede evitarles mucho sufrimiento”, sostiene.
El llamado final es sencillo, pero poderoso: si amas a tus mascotas, cuídalas. Compartir esta información con otros amantes de los animales puede marcar la diferencia entre una noche de miedo… y una de calma. En tiempos de celebración, la verdadera fiesta también se mide por el bienestar de todos los miembros de la familia, incluidos los de cuatro patas
















