La organización magisterial Educadores por la Democracia, Unidad, Cambio, Militancia y Organización Sindical (Educamos) denunció hoy malas condiciones en las que se desarrollan las clases en la escuela superior María Teresa Piñeiro, en Toa Baja, y que “afectan el proceso educativo, el aprovechamiento académico y el funcionamiento del plantel”.
Educamos enumeró:
Los baños de la escuela no funcionan, los de la parte de arriba están cerrados y los de la primera planta no bajan, lo que pone en riesgo la salud y seguridad del estudiantado. La administración escolar informó en agosto que se desconocía tal situación. En septiembre la administración informó que había las piezas, pero no había quién las instalara.
Finalmente, este lunes se informó a la facultad que este asunto tiene que ir a subasta, lo que puede tomarse varias semanas o más, y que se pagarían unos 15 mil dólares por algo que realmente cuesta cerca de 300 dólares. La escuela cuenta con voluntarios que pueden realizar el trabajo, pero la burocracia de la agencia lo impide.
La pintura de la escuela está sumamente deteriorada, se desprende a pedazos. Se sabe que el proceso de pintar las escuelas debe realizarse durante el verano. Se han comprometido varias veces, pero no se cumple, lo que afecta la apariencia del plantel y lo hace cada vez menos atractivo.
Hay extensas grietas en el suelo. En ocasiones miden sobre tres pulgadas. Son evidentes en las uniones de los edificios y en las escaleras. También se ven grietas en el techo y otras áreas.
La construcción tiene el problema de las columnas cortas. En varias ocasiones se han comprometido a corregir este peligro, pero nunca cumplen.
La escuela atiende su matrícula de 7:30 AM a 11:00 AM. Los docentes permanecen luego hasta las 2:30 PM realizando tareas administrativas. Hay gran preocupación, ya que las clases son de media hora, a lo que hay que descontarle el tiempo que se toma la transición de una a otra clase. Esto levanta la preocupación por el currículo y material a cubrirse, pues el estudiantado estaría en desventaja académica.
Como si no fuera suficiente, ahora anunciaron que se administrarían las pruebas META al grado 10, lo que también le resta tiempo al proceso de aprendizaje.
La situación se ha discutido con la doctora Yanira Raíces, directora de la ORE, pero a pesar de las promesas hechas, no se corrige.
“Tenemos muy claro que tan grave situación afecta el proceso y el aprovechamiento académico, lacerando el desarrollo de la educación, así como el trabajo de la facultad. Ya es hora de que las autoridades tomen este asunto en serio y lo resuelvan de una vez y por todas”, concluye Educamos.