El gobierno federal invertirá 354,650,103.29 dólares en la infraestructura de Puerto Rico, específicamente en mejoras en carreteras y tierras federales deterioraras por desastres naturales, fortalecer la infraestructura de aeropuertos y el desarrollo de “brownfields”, según anunció la comisionada residente, Jenniffer González Colón.
La Administración de Carreteras del Departamento de Transportación federal (DOT) destinó fondos bajo el programa Emergency Relief.
Se distribuyen así: 2,110,311.00 dólares al Servicio Forestal de EEUU en Puerto Rico para reparaciones a las instalaciones de transporte terrestre en el bosque nacional El Yunque por inundaciones causadas por la tormenta tropical Isaías, 156,877,023.29 dólares a la ACT para trabajos de reparación de emergencia en terraplenes, carreteras, caminos, reparación/reemplazo de sistemas de semáforos y entre otras estructuras afectadas por el huracán María; y 814 mil 182 dólares al Servicio de Pesca y Vida Silvestre en Puerto Rico para mitigar los estragos de Isaías en la Isla Grande, Culebra y Vieques.
El Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín se beneficiará de 295,211 dólares que recibirá la compañía Aerostar Airport Holdings, LLC, a cargo de la operación y administración del aeropuerto, para la fase de diseño de la reconstrucción de la pista S1, que ha llegado al final de su vida útil.
Esta asignación se hace bajo la Administración Federal de Aviación de DOT, con fondos provenientes de la Ley Bipartita de Infraestructura.
Un nuevo contrato bajo el US Army con inversión de 194,153,276 dólares fue otorgado a la compañía A4contractor en Toa Baja, para la reconstrucción de cuarteles, comedores y la sede del Centro de Entrenamiento Conjunto Campamento Santiago de la Guardia Nacional del Ejército de Puerto Rico en Salinas.
Aparte, el municipio de Aibonito cuenta con una nueva inyección federal de 400,100 dólares producto de un esfuerzo cooperativo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA), para llevar a cabo inventario, evaluación y limpieza de manera segura, y reutilizar de manera sostenible áreas denominadas como “brownfields”, que se refiere a antiguas instalaciones en abandono que pueden ser reutilizadas.
