El Gobierno de Jamaica declaró este miércoles al país como una “zona catastrófica” ante los severos daños provocados por el huracán Melissa, que continúa alejándose del Caribe dejando a su paso inundaciones, derrumbes y miles de personas desplazadas.
El ministro del Gobierno Local y Desarrollo Comunitario, Desmond McKenzie, informó en conferencia de prensa que más de 25,000 personas permanecen refugiadas, casi el doble de las registradas el día anterior, debido a los estragos ocasionados por el potente fenómeno atmosférico.
“Estamos con ustedes y deseamos lo mejor para todos”, expresó el funcionario, quien estuvo acompañado del director del Servicio Meteorológico de Jamaica, Evan Thompson. “Hemos visto la extensión de los daños”, añadió.
Entre las zonas más afectadas se encuentran Black River y Manchester, donde numerosas comunidades quedaron incomunicadas por la caída de árboles, postes eléctricos y escombros en las carreteras. El Gobierno pidió a los directores de refugios mantenerlos abiertos ante la posible llegada de más damnificados.
Aunque se mantienen confirmadas tres muertes relacionadas con el huracán, McKenzie evitó ofrecer una cifra actualizada al afirmar que las autoridades “no han recibido información oficial sobre nuevas víctimas”.
El ministro exhortó a la población a extremar precauciones por la presencia de cables eléctricos activos y árboles derribados, que serán removidos progresivamente por brigadas municipales. También anunció que las agencias gubernamentales reanudarán operaciones en las zonas menos afectadas, como Saint Thomas y Saint Catherine, donde se trabaja para restablecer el servicio eléctrico en coordinación con la empresa de energía.
Por su parte, el primer ministro Andrew Holness informó que se mantiene una vigilancia de inundaciones para el norte, suroeste y centro-sur del país, donde las lluvias continúan provocando deslizamientos de tierra.
“Estas inundaciones y deslizamientos podrían continuar durante el día y la noche”, advirtió Holness, al señalar que se esperan entre 3 y 6 pulgadas adicionales de lluvia, con acumulaciones mayores en las zonas montañosas.
Mientras los vientos de Melissa pierden intensidad, las ráfagas de fuerza de tormenta tropical todavía impactan el norte de la isla, generando oleaje peligroso y marejadas en las costas. Las autoridades han reiterado su llamado a las embarcaciones pequeñas a permanecer en puerto, ante el deterioro de las condiciones marítimas.
Según el Servicio Meteorológico de Jamaica, las condiciones atmosféricas seguirán “inestables” durante las próximas horas, mientras el huracán Melissa continúa desplazándose hacia el Atlántico y deja tras de sí una estela de destrucción en el Caribe.














