Para mejorar la confiabilidad del servicio al mismo tiempo que moderniza la red eléctrica, LUMA han instalado 40 sensores ópticos de alta precisión en líneas de transmisión que permitirán identificar fallas con exactitud casi inmediata, reducir los tiempos de respuesta y optimizar la operación del sistema.
Esta tecnología, utilizada por primera vez en Puerto Rico, captura y analiza señales del sistema eléctrico a un nivel de detalle sin precedentes. Estos sensores monitorean activamente 58 líneas de transmisión de 230 kV y 115 kV facilitando una movilización más rápida y efectiva de las brigadas y reduciendo significativamente el tiempo de recuperación del servicio.
“Nuestra misión va mucho más allá de reparar averías. Estamos transformando la red mediante tecnologías avanzadas que nunca se habían utilizado en Puerto Rico. Estos sensores ópticos nos permiten ver el sistema con una claridad sin precedentes y detectar fallas en milisegundos, lo que se traduce en más confiabilidad y resiliencia para nuestros clientes”, destacó Hamilton Lugo, director de Transmisión de LUMA. “Estos sensores son realmente lo que consideramos un cambio total para el sistema que tenemos hoy: una herramienta de bajo costo, pero con un valor enorme tanto para LUMA como para nuestros clientes”.
Entre los beneficios más importantes al sistema se destacan:
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Reducción de tiempos de restauración mediante la localización precisa de fallas.
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Menor necesidad de patrullaje aéreo, ya que los sensores permiten ubicar con exactitud la zona afectada.
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Mayor seguridad para las brigadas, al eliminar la necesidad de entrar a zonas extensas sin información previa.
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Tecnología pasiva y segura, sin riesgo para el personal ni interferencia con el resto de los equipos del sistema eléctrico.
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Capacidad para detectar fallas difíciles de identificar, como contactos intermitentes, arcos eléctricos o eventos de alta resistencia eléctrica.
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Herramienta clave para identificar causas raíz y evitar recurrencia de averías.
El ingeniero explicó que los sensores se instalan cerca de las subestaciones y en puntos estratégicos de las líneas de transmisión, permitiendo una visión amplia y simultánea de eventos en distintas zonas del sistema.
“La introducción de sensores ópticos de amplio espectro es un componente esencial de la modernización que estamos ejecutando en la red. Esta tecnología no solo mejora la detección y el análisis de fallas: también nos proporciona información crítica para el mantenimiento preventivo, la gestión de activos y la planificación de inversiones a largo plazo”, añadió Lugo.
LUMA continuará expandiendo esta tecnología en el sistema de transmisión durante los próximos meses con la meta de instalar 13 sensores adicionales en líneas de 38 kV que permitirán mejorar aún más la resiliencia del sistema eléctrico, acelerar la respuesta operacional y apoyar la construcción de una red más moderna y confiable para Puerto Rico.
