Ante la laxitud mostrada por las autoridades en el caso de racismo de que es víctima la familia de Luis Ramírez Walker y Chanelly Cortés desde 2018, personas antirracistas y miembros de la comunidad se manifiestan, a partir de las 9:00 de la mañana de hoy, frente al Centro Judicial de Carolina.
La protesta de este martes se da en el contexto de una audiencia vinculada al patrón de acoso y violencia racista por parte de Carmen García Gutiérrez, vecina aledaña a la familia perjudicada, luego que su hijo, el Dr. Luis Espinet, amenazara de muerte a Chanelly Cortés, contra la que blandió un arma de fuego.
La activista Edda López Serrano indicó a la agencia Inter News Service (INS) que este caso de acoso racista en Haciendas de Canóvanas lleva tres años en los tribunales, sin que las autoridades judiciales aceleren el procedimiento.
“Nos unimos a vecinos de Haciendas de Canóvanas y comunidades cercanas en apoyo a la familia Ramírez Cortés el día de la vista preliminar del caso criminal contra el doctor Luis Espinet por amenazar de muerte con un arma a Chanelly”, dijo López Serrano.
Además, reclaman al Tribunal de Superior en Carolina “que atienda y resuelva el caso civil por acoso racista radicado hace tres años contra Carmen García, ante la cuarta cancelación o reseñalamiento desde la última vista en junio de 2022 —incluyendo la señalada para el pasado viernes”.
Afirmaron que Carmen García Gutiérrez y sus hijos Luis y Lissy Espinet García, armados de la impunidad, que propicia la dilación del tribunal para resolver el caso civil desde hace tres años, han escalado su violencia racista contra la familia Ramírez Cortés.
“Los Espinet García colocaron cámaras de seguridad que apuntan hacia el interior del hogar de Luis y Chanelly, invadiendo la privacidad del matrimonio, mientras vecinos de Hacienda de Canóvanas y comunidades cercanas sufren del ruido estridente gran parte del día, con mayor intensidad durante las noches y madrugadas”, denunciaron los manifestantes.
Destacaron que los vecinos racistas acosan a la familia Ramírez Cortés con insultos, palabras soeces y hasta incitaciones a pelear.
Constantemente colocan obstáculos —ramas, bloques y piedras— que impiden el paso por el único camino hacia el hogar de la familia Ramírez Cortés para acosarles con insultos mientras despejan la única ruta hacia su hogar.
“La violencia racista es constante, y continúa escalando, al punto de que el pasado septiembre, el Dr. Espinet amenazó de muerte a Chanelly apuntándole con su arma de fuego, y se encuentra en libertad con grillete electrónico luego de prestar una fianza de $100,000. Tememos que, en su próximo acto, Espinet reproduzca el patrón de violencia entre vecinos que escaló esta semana con un asesinato y suicidio en Ponce”, relataron.
López Serrano estableció que esta situación no se trata de una simple discrepancia entre vecinos, sino de racismo, por lo que “las personas negras alertamos sobre la posibilidad de que este acoso se continúe normalizando en Puerto Rico”.
“Lo que ocurre con Luis, Chanelly y sus hijas, también podría ocurrirnos a nosotros, y más ante el desplazamiento de comunidades que se registra en Puerto Rico, por lo que rehusamos permanecer impasibles ante ataques racistas, machistas o discriminatorios, y menos en una nación afrodescendiente como la nuestra”, recalcó la activista.
Los manifestantes instaron a la Rama Judicial a proteger el derecho que tienen Luis, Chanelly y sus dos hijas adolescentes ante esta violencia racista.