El liderazgo que dejó huellas en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP), fue reconocido hoy durante una Ceremonia de Distinciones Académicas 2025 en la que cuatro universitarios fueron honrados por su trayectoria.
Esta vez, el evento se celebró como la cumbre de la conmemoración del 122 aniversario de la UPR y, entre júbilo y aplausos, se distinguieron como profesores eméritos a los doctores: Paul R. Latortue, de la Facultad de Administración de Empresas; José Luis Ramos Escobar, del Departamento de Drama de la Facultad de Humanidades; y Víctor Federico Torres Ortiz, del Sistema de Bibliotecas. Además se reconoció como profesor distinguido al doctor James D. Ackerman, del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias Naturales.
“Al conceder estas distinciones, reafirmamos el valor del conocimiento, la docencia, la investigación y la cultura como pilares esenciales en nuestra universidad y de nuestra sociedad”, destacó la doctora Angélica Varela Llavona, rectora de la UPR-RP.
De acuerdo con la rectora, “las distinciones de profesor emérito y profesor distinguido representan el reconocimiento a una vida de dedicación y una muestra de gratitud y respeto para los académicos cuya labor trascendió los límites de sus disciplinas, e impactó de manera significativa el desarrollo de la educación en nuestra institución”.
Por su parte, el doctor Miguel Muñoz Muñoz, presidente interino de la UPR, expresó que las distinciones trazan el camino para las nuevas generaciones. “Las distinciones académicas representan un merecido tributo a aquellos que, a lo largo de los años, han dejado una huella indeleble en el desarrollo intelectual y humano de sus estudiantes, así como en el fortalecimiento de nuestra comunidad académica. Su legado inspira a nuevas generaciones de académicos y estudiantes, y traza el camino a seguir para honra de nuestra institución. Este reconocimiento contribuye a mantener la calidad y el prestigio de la Universidad de Puerto Rico, reafirmando el compromiso con la búsqueda del conocimiento, el liderazgo y la formación integral de futuros profesionales”, expresó Muñoz Muñoz.
Al momento de recibir su reconocimiento, cada uno de los distinguidos expresó su gratitud al relatar brevemente la historia de sus vidas y algunos de los eventos o personas que les inspiraron.
El profesor de Ciencias Naturales, Ackerman, fue el primero en recibir su reconocimiento. Desde el Teatro de la UPR, relató que su pasión por las plantas, especialmente orquídeas —una que heredó de su abuelo— lo llevó a estudiarlas hasta que, en 1981, la UPR buscaba exactamente a una persona que tuviera sus conocimientos. “Ese soy yo”, dijo recordando el momento en que se postuló para profesor de la Facultad de Ciencias Naturales en la que fue aceptado. Ackerman convirtió el herbario de la UPR-RP en el más grande y activo de Puerto Rico. Además, dirigió el Museo de Zoología de la UPR-RP y modernizó sus bases de datos.
Por su parte, Latortue fue el segundo en ser distinguido. El profesor jubilado de la Facultad de Administración de Empresas y fundador de la primera maestría en Administración de empresas de Haití, recordó que su intención de visitar Puerto Rico por primera vez llegó muy atada al idioma. “Sabía que en algún momento quería venir aquí (a Puerto Rico) a estudiar para aprender español y para aprender inglés… Hablando Francés y creole, yo me sentía en una cárcel cultural”, señaló para luego destacar que, en Puerto Rico, aprendió que el Caribe estaba más unido de lo que él pensaba gracias a la afrodescendencia que tienen en común los países que lo componen.
Latortue logró tres acreditaciones internacionales para la Facultad de Administración de Empresas de la UPR-RP, entre ellas la de la Association to Advance Collegiate Schools of Business (AASCB) que colocó a la FAE entre el 5% de las mejores escuelas de negocios del mundo.
Asimismo, el profesor José Luis Ramos Escobar fue distinguido por su trayectoria en el mundo de la dramaturgia y el teatro. Aunque recordó sus inicios en la UPR-RP, durante el inicio de la década del 70, como todo un reto mientras era estudiante, señaló que convertirse en profesor fue lo más gratificante de su trayectoria.
“He tenido una experiencia universitaria intensa, llena de retos y desafíos. Lo más gratificante ocurrió en la docencia. El salón de clases fue siempre el fulcro delirante de la búsqueda del conocimiento, el punto de encuentro y cotejo de nuevas formas de interpretar la realidad”, destacó el dramaturgo, ensayista y novelista quien también fundó la primera revista de teatro del país en 1985.
Finalmente, el bibliotecario Torres Ortiz, al recibir su distinción, resaltó la importancia de los bibliotecarios y de algunos de sus compañeros en el desarrollo de su carrera y de la Universidad. “Estas palabras no pueden quedarse en mero tributo, yo espero que sirvan como estímulo y no tengamos que esperar otro medio siglo, si todavía tenemos universidad, para contar en los próximos años con otros bibliotecarios o bibliotecarias merecedores de esta distinción”, expresó el bibliotecario que logró que la UPR-RP se convirtiera en la primera institución del país en adquirir bases de datos como Proyect Muse y JSTOR.
El Coro UPR, dirigido por Carmen Acevedo Lucío; y la Tuna UPR, bajo la dirección de Edithmarie Claudio Cruz; hicieron presentaciones al inicio y al final de la ceremonia, respectivamente, que llenaron de ritmo la actividad a la que también asistió un grupo de docentes, jubilados y egresados, entre otros.
Para la otorgación de estas distinciones, se evalúa la labor de estos como docentes, sus aportaciones a la institución universitaria, así como sus contribuciones a sus respectivos departamentos y facultades, su servicio público, y las actividades académicas involucradas posteriores en el caso de profesores jubilados, entre otros.