Botas, chaquetas de cuero y maquillajes extravagantes se apoderaron del Coliseo de Puerto Rico. Rosalía, con su ‘Motomami World Tour’, encendió la tarima del escenario más importante de la Isla. En su primera vez en la Isla, la cantante española hizo un homenaje a su más reciente trabajo discográfico, ‘Motomami’, y sacó a flote la nostalgia del que fue su trabajo discográfico más aclamado por la crítica, ‘El mal querer’. La intérprete de ‘Bizcochito’ compartió con sus más fieles seguidores.
Eran pasadas las 10:00 de la noche cuando se sintieron las primeras señales del inicio del espectáculo de La Rosalía. La pantalla del escenario, que simulaba ser una hoja de papel, se llenaba de rayones irregulares y garabatos característicos de su tercera entrega musical, la más experimental de su carrera, según lo dijo ella misma en una entrevista con un medio internacional. ‘Saoko, gritaban los seguidores de la cantante al escuchar, de fondo, “Tu bizcochito’, gritaba la audiencia ansiosa ante la espera de la ‘Motomami’.
La euforia se apoderó del auditorio cuando sonaron los golpes de lo que parecía ser una marcha y de los primeros acordes del tema “Linda”. La oscuridad del Choliseo, interrumpida apenas por las luces de los celulares de quienes grababan expectantes la salida de la autora.
En tarima la gira “Motomami” muestra influencias asiáticas, flamencas y futuristas. Cada uno de los temas tiene performance en el que la interacción de Rosalía con el público es vital. El carisma de la catalana durante las casi dos horas que está en tarima hace que todo el desarrollo artístico del “Motomami Tour” sea memorable.
Si bien no tiene una banda en vivo que la acompañe, queda claro el nivel musical de Rosalía por la forma en que su voz suena en vivo; a veces dulce, a veces fuerte, a veces salvaje y otras veces indescifrable. Y es que el hecho de que sea una artista tan enigmática hace que Rosalía sea un proyecto (y una persona) que genera interés y curiosidad.