En un clima tropical como el de Puerto Rico, donde el sol, la humedad y las temperaturas elevadas forman parte del día a día, la piel enfrenta desafíos constantes. Por eso, el glow saludable es el reflejo de un cuidado constante que respete las necesidades naturales de la piel.
Durante la temporada festiva, cuando los eventos, el maquillaje, el cambio de clima y la rutina diaria se intensifican, la piel puede lucir apagada, irritada o deshidratada. Sin embargo, los dermatólogos coinciden en que la luminosidad proviene de un cuidado diario de la barrera cutánea. La rutina básica debe incluir limpieza, hidratación y protección solar, esta rutina crea la base necesaria para que la piel realice sus procesos óptimamente.
La dermatóloga Dra. Gabriela Pabón destaca que la primera señal de una piel saludable es su constante cuidado. “Como dermatóloga, siempre les digo a mis pacientes que cuidar de la piel no tiene que ser complicado. Elegir los productos adecuados para tu tipo de piel es lo que realmente marca la diferencia” expresa Pabón.
La Dra Pabón explica que el brillo natural se pierde cuando la barrera se compromete debido a factores ambientales, estrés, maquillaje excesivo o limpieza inadecuada. Añade que prácticas como la limpieza correcta, el uso de ingredientes restauradores según tu tipo de piel y la protección solar diaria son esenciales, especialmente en la época navideña, cuando la piel tiende a desbalancearse.
La dermatóloga coincide en que la consistencia es tan importante como los ingredientes de los productos que se usan dentro de la rutina. “Por ejemplo, el ácido azelaico es ideal para manchas y pieles con rosácea, el ácido hialurónico ayuda a mantener una buena hidratación y el peróxido de benzoilo es efectivo en pieles con acné. Siempre es recomendable consultar con su dermatóloga para asegurarse de estar usando los productos correctos.”
Desde su consulta, observa que muchos pacientes buscan resultados inmediatos sin comprender el rol del microbioma, que es el conjunto de microorganismos beneficiosos que viven en la piel y ayudan a mantener su función protectora. Por ello, recomienda rutinas simples pero efectivas con fórmulas dermatológicamente respaldadas que ayuden a mantener hidratación, luminosidad y una textura suave. Cuando priorizamos la salud de la piel, el glow deja de ser un efecto pasajero y se convierte en un reflejo natural de bienestar. Resalta además la importancia de identificar las necesidades individuales —sensibilidad, sequedad, tendencia a manchas— para guiar rutinas basadas en evidencia.
Marcas como CeraVe, enfocada en restaurar la barrera cutánea con ceramidas; La Roche-Posay, reconocida por sus sueros recomendados por dermatólogos para contrarrestar los signos del envejecimiento; y Vichy Laboratories, que contine aguas volcánicas con minerales activos y antioxidantes. Estas marcas forman parte de las recomendaciones comunes entre profesionales por su enfoque clínico y su eficacia comprobada. En un periodo del año donde las agendas se llenan y los hábitos se alteran, la piel responde más de lo que pensamos. Horas prolongadas al aire libre, noches cortas, exposiciones intermitentes al frío de interiores y el uso constante de maquillaje pueden afectar su vitalidad. Por ello, mantener prácticas clínicas consistentes es la clave para conservar un brillo natural y duradero.
Este editorial invita a reinterpretar el concepto de glow más allá de la estética: como un indicador directo de salud cutánea. Apostar por el cuidado basado en ciencia no solo mejora la apariencia, sino que fortalece la piel desde adentro hacia afuera. En medio de las celebraciones, regalarse una rutina consciente también es una forma de comenzar la temporada con una piel equilibrada, resistente y radiante por naturaleza.















