Luego de cinco días bajo el agua, por fin se llevó a cabo en Loíza el proceso de succión en el sector Miñi Miñi de este municipio, por un acceso a través del barrio Los Calcaños. Residencias del sector habían estado aisladas debido a las inundaciones, causando incomunicación con las familias de este sector y la dificultad de recibir productos y servicios esenciales. Se succionaron 50,000 galones de agua.
Una compañía privada de plomería y succión de agua visitó este municipio del norte para despejar el agua estancada e insalubre que afectaba Miñi Miñi y sus residentes, gracias al esfuerzo de Fahad & Glenda Family Foundation, en colaboración con Alma de Bahía, fundación sin fines de lucro localizada en Río Grande que contribuye a la sostenibilidad comunitaria y local a través de iniciativas de conservación y educación ambiental.
“En Alma de Bahía trabajamos en estrecha colaboración con organizaciones públicas y privadas para proteger el medio ambiente y ayudar a la calidad de vida de las comunidades del norte”, explicó Marcela Cañón, su directora ejecutiva. “El estancamiento se convirtió en un problema no solo para el medio ambiente sino para los residentes del barrio que no podían recibir ni siquiera alimentos, ni realizar arreglos en sus propias casas afectadas por el huracán. “Agradecemos a F&G Family Foundation por la coordinación con este equipo profesional y por haber hecho posible la succión de las inundaciones”, expresó Ali Sattar, director de operaciones de Alma de Bahía. F&G Family Foundation ha contribuido durante los últimos siete años con entidades locales dedicadas a la salud y a la educación.