El Departamento de Salud indicó que en la actualidad solo existe 87 geriatras para atender a la población de personas sobre los 60 años o más en Puerto Rico que se estima en unos 950 mil de individuos por lo que apoyó el Proyecto del Senado 648, cuya finalidad es establecer política pública conducente a promover la formación académica y profesional en las áreas de geriatría y gerontología por el acelerado proceso de envejecimiento poblacional.
En vista pública de la Comisión de Adultos Mayores y Bienestar Social, presidida por el representante Ricardo “Chino” Rey Ocasio Ramos, el Dr. Luis N. Olmedo Morales, subsecretario de la agencia mencionó, que ante el aumento de esta población “se calcula que cada geriatra pueda atender alrededor de 700 personas, por lo que se necesitarían muchos geriatras; no es fácil lo que estamos diciendo, pero ahora mismo la cantidad que hay no es suficiente, obviamente, así que tenemos que fomentar que cada vez más haya no solo geriatras”, sino el apoyo de otras profesionales de la salud para que los pacientes puedan vivir de forma saludable por más años.
A preguntas del representante Ocasio Ramos, el funcionario informó que la mayor parte de estos especialistas se concentran en el área de San Juan con 36 geriatras, 17 ubicados en Carolina, 5 en Caguas, 4 en Mayagüez, 4 en Bayamón, y el resto en distintos municipios alrededor de la isla, por lo que la agencia está incentivando económicamente a que los estudiantes de medicina que estudian esta materia, luego de lo cual se les pide que sirvan durante varios años en Puerto Rico.
“Una de las cosas que estamos haciendo es que se están dando incentivos y bonos a los residentes que están estudiando actualmente para que esos se queden con nosotros y ellos a cambio nos brindan años de servicios posterior a graduarse”, indicó Olmeda Morales.
No obstante, el galeno enfatizó que además es importante el desarrollo de un equipo multidisciplinario de otras ramas de la medicina, que entiendan que, al quedarse en Puerto Rico, tengan la seguridad que hay trabajo debido al crecimiento de la población que necesitan sus servicios.
Para ello, el subsecretario recomendó “que se evalúe la posibilidad de enmendar el proyecto para incluir la asignación de los fondos necesarios y recurrentes para su ejecución, lo que implica una asignación de alrededor de 200 mil dólares”.
Sin embargo, esta cifra podría elevarse ya que, según la rectora del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, la Dra. Myrna Quiñones Feliciano, para lograr los objetivos de la medida “debe estar acompañada de una asignación clara y recurrente de fondos, así como del establecimiento de mecanismos efectivos de seguimiento que aseguren su implementación exitosa”, las cuales calculó en 732 mil dólares anuales recurrentes.
Esto incluye una beca para cada médico en entrenamiento de 54 mil dólares y 150 mil dólares anuales por cada facultativo que entrene en la especialidad.
Por su parte, José Acarón, director estatal de AARP Puerto Rico y propulsor de la propuesta, favoreció la pieza ya que “representa una sana política pública que está perfectamente alineada con los objetivos trazados tanto por la Gobernadora en su programa de gobierno como también en los diversos programas de gobierno de los demás partidos, ya que todos coinciden en el énfasis y la importancia del desarrollo de servicios de salud para la población adulta mayor”.
El deponente enfatizó que de no delimitarse un plan para la atención de esta población el resultado será una mayor dificultad para el manejo de múltiples enfermedades, un menor enfoque en la prevención, lo cual acorta los años con calidad de vida de las personas, una atención inadecuada de su salud mental lo que conlleva un mayor riesgo de hospitalizaciones y complicaciones innecesarias.
Acarón comentó que existen estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los que se refleja un discrimen por edadismo a nivel mundial, tendencia que se da también entre los profesionales de la salud, quienes no tratan igual las condiciones, cuando se presenta en una persona joven versus una de mayor edad, por lo que sostuvo que es necesario cambiar la manera en que se piensa las necesidades de la población adulta mayor.
Cuando el representante Pedro “Pellé Santiago Guzmán cuestionó sobre las razones para la falta de servicios para esta población, Acarón respondió que “muchas veces no se crean los servicios a la población mayor porque entienden ya no deberían estar aquí; he tenido la experiencia en una universidad en Puerto Rico, en donde una estudiante de una escuela graduada me manifestó que el problema que tenemos los jóvenes es que las gente mayor no se muere, ella dijo lo que sentía y eso permea en muchas áreas más allá de los jóvenes y es algo que tenemos que trabajar en el país”.
Por otra parte, Antonio Fernández, jefe de servicios de salud y alianzas de Ponce Health Science University, se mostró a favor de la iniciativa, pero recomendó que además de promover el número de geriatras y gerontólogos en la isla, también es importante el adiestramiento de los cuidadores y personas que están a cargo de los adultos mayores, quienes son los que aportan a las necesidades diarias de esta población.
Mientras que la Dra. Waleska Crespo Rivera, presidenta de la Universidad Central del Caribe recomendó que, como parte del análisis de este plan para el reclutamiento y retención de estos profesionales de la salud, “sería pertinente analizar los incentivos actuales para determinar si es necesario diseñar alguno especialmente para ese grupo. En el caso de los gerontólogos, existe una gran oportunidad de crear un mercado laboral en instituciones de servicios de cuidado de salud ya que actualmente no existen plazas de trabajo para esos profesionales”.
De otro lado, Jorge López, director de tecnología de Educadis, entidad que se dedica a ofrecer cursos de educación continuada en línea para abogados, ingenieros, agrimensores, cuidadores de adultos mayores y médicos, sugirió enmiendas al lenguaje de la medida para que el Departamento de Salud permita que todos los profesionales de la salud puedan tomar los cursos de educación continuada o capacitación en el formato presencial o a distancia según su preferencia e incluir como requisito para la renovación de su licencia, cursos sobre las necesidades de los pacientes adultos mayores.
El presidente de la Comisión manifestó, Ocasio Ramos, que “ante los números que se han presentado, tenemos que seguir buscando las herramientas para atraer y mantener estos especialistas porque es imposible que para la población de adultos mayores que existen hoy día, se pueda atender con los geriatras y gerontólogos que hay, los cuales algunos de ellos están a punto de retirase. Si para la población que vive en Estados Unidos hace falta 23 mil especialistas, cuántos harán falta en Puerto Rico”.
Por lo antes expuesto, aseguró que la comisión se apresta a continuar analizando nuevas iniciativas para atender a las personas de 60 años o más.
En los trabajos de esta audiencia pública también participaron la vicepresidenta de la Cámara, Yashira Lebrón Rodriguez, y las representantes Lourdes Ramos Rivera y Lisie Burgos Muñiz. Así como los representantes Sergio Esteves, José “Cheito” Hernández Concepción, Luis “Junior” Pérez Ortiz y Ángel Fourquet Cordero.