La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) destacó un proyecto liderado por el Dr. Pablo Méndez-Lázaro -quien ha fungido como catedrático del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela Graduada de Salud Pública (EGSP) del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (RCM-UPR) por los pasados 13 años- cuyo objetivo es detectar la baja calidad del aire provocada por el polvo del Sahara y alertar a la ciudadanía con tiempo de anticipación suficiente para poder prepararse. El innovador sistema fue destacado por la NASA-División de Ciencias de la Tierra, Equipo de Ciencias Aplicadas de Salud y Calidad del Aire.
El proyecto, el cual inició en el año 2017 y se completó a mediados de este año, cuenta con el co-liderazgo de un equipo de científicos, entre estos: (Dr. Frank Muller-Karger, Dra. Olga Mayol, Dra. Cynthia Perez-Cardona, Dra. Ana P. Ortiz y Dr. Aluisio Pimenta, Dra. Digna Rueda y Dr. Dan Otis. Así como la participación activa de estudiantes graduados del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela Graduada de Salud Pública. A su vez, el proyecto cuenta con la colaboración del Departamento de Salud de Puerto Rico, el Servicio Nacional de Meteorología-Oficina de San Juan; el Laboratorio Oceanográfico y Atmosférico del Atlántico de NOAA. El equipo de investigadores instaló . También, analizaron datos de aerosoles de satélites y sensores de observación de la Tierra.
“El polvo del Sahara, especialmente en grandes cantidades, provoca mala visibilidad y peor calidad del aire. Podría causar irritación en los ojos, la nariz y en la garganta de las personas y, en casos excepcionales podría contener partículas finas lo suficientemente pequeñas como para irritar el tejido pulmonar. Este nuevo sistema de alerta, entonces, tiene como propósito ayudar a que las personas de poblaciones vulnerables -los niños, los ancianos y las personas con asma u otras condiciones de salud preexistentes -puedan tomar las medidas necesarias para protegerse con tiempo”, expresó el Dr. Méndez-Lázaro.
Cabe destacar que en junio del 2020, el Dr. Méndez-Lázaro y su equipo pudieron poner en marcha el sistema de alerta temprana de forma experimental, previo la tormenta de polvo del Sahara más severa en cincuenta años. El nuevo sistema brindó a los médicos y a las agencias federales y estatales, un aviso con tres días de anticipación de la llegada de la tormenta.
En mayo del 2022, el sistema finalmente entró en funcionamiento en El Sistema Caribeño de Observación Costera Oceánica (CARICOOS).