Las autoridades sanitarias elevaron este domingo por la tarde a 31 la cifra de fallecidos en la explosión por un escape de gas en el hotel Saratoga de La Habana.
El Ministerio cubano de Salud Pública (Minsap) actualizó a las 6:30 de la tarde (hora local) las cifras de esta tragedia que sacudió el viernes el corazón histórico y turístico de la capital cubana.
Según el último reporte, 85 personas resultaron heridas, de ellas 24 se encuentran hospitalizadas, 30 pacientes recibieron el alta médica y 31 fallecieron.
Entre los fallecidos había cuatro menores de edad, una mujer embarazada y una ciudadana española identificada por las autoridades cubanas como María Lopez Ceron Uga, pero que medios españoles la han identificado como Cristina López-Cerón Ugarte.
De 24 los ingresados en centros médicos,19 son adultos y cinco son menores de edad. De los adultos, cuatro están en estado crítico, cinco graves y 10 están como reporte de cuidado. De los menores, tres permanecen en estado crítico, uno califica como grave, y uno como de cuidado.
Entre estos heridos hay una cubano-americana y un español, César Román Santalla, pareja de la española fallecida.
La explosión del edificio que se ubica muy cerca del Capitolio y del Parque de la Fraternidad, ocurrió cerca de la 10:50 a.m. hora local de este viernes, debido a la cercanía el propio Capitolio sufrió roturas de vidrios y mampostería dañada por la explosión.
Las autoridades cubanas habían informado que “hay peligro de que colapse la estructura. Aún se desconocen las causas reales de la explosión”.
Una gran estela de humo y polvo salía del lugar minutos después de lo sucedido, mientras en imágenes que llegaban desde la isla se veían varias unidades de bomberos trabajando en la escena de conjunto con la población que rescataban a personas heridas que de inmediato fueron trasladadas a centros médicos cercanos.
LABORES DE RESCATE
Las tareas de rescate prosiguen sin descanso entre los escombros del hotel Saratoga, más de 48 horas después de la explosión que hizo colapsar una sección del edificio -de siete alturas- y derrumbarse la fachada de las tres plantas inferiores.
Estos esfuerzos se centran en lograr el acceso al doble sótano del edificio, donde se cree que podría haber más personas atrapadas. En esas dos plantas subterráneas había un almacén, tiendas y oficinas de la administración.
Las autoridades han indicado que se buscaba a 19 personas (aunque esta cifra no se ha actualizado al elevar la cifra de fallecidos), de los que 13 eran trabajadores del hotel.
El intendente de La Habana Vieja, Alexis Acosta, indicó en declaraciones a Efe que las “acciones de rescate y salvamento” llevan 44 horas en marcha sin pausas.
“En la madrugada se ha trabajado intensamente por poder llegar al sótano del hotel, que era la parte de servicio del hotel donde se encuentran evidentemente los trabajadores que estaban ese día y que aún no han aparecido. Deben estar en esa área”, explicó.
El Gobierno cubano ha avanzado que parece que se trató de un escape de gas, como apuntan las pesquisas preliminares. Una comisión está investigando los hechos.
En el momento de la explosión un camión cisterna de gas licuado estaba aparcado frente al hotel y recargando un depósito del hotel. Se cree que la manguera pudiera tener una fisura.
Díaz-Canel habló ya este viernes de un “lamentable accidente” y descartó que se tratase de “una bomba” o un atentado.
DAÑOS Y POSIBLES CAUSAS
Otros 17 edificios colindantes se vieron afectados por el accidente y en los próximos días se realizará una evaluación técnica a tres bloques y al propio hotel para ver si son “salvables” o es preciso demolerlos.
El gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, dijo que cinco de los estudiantes sufrieron heridas leves.
García Zapata dijo que se estaban evaluando las estructuras adyacentes al hotel, incluidos dos edificios de apartamentos gravemente dañados. El presidente cubano Díaz-Canel aseguró que las familias en los edificios afectados habían sido trasladadas a lugares más seguros.