No cabe duda de los múltiples roles en la vida de una madre. Desde maestra, enfermera, decoradora de interiores, ama de llaves, nutricionista, consejera sentimental, policía familiar, entre otros. Mayormente construye un ambiente de amor y es capaz de transformar las cosas sencillas en cosas extraordinarias.
La madre es el comienzo del maravilloso milagro de la vida. También es la fuente de las virtudes y valores humanos, que alimente esa vida. Para poder hacerlo, tiene que estar llena esa fuente, de lo que los hijos necesitan para desarrollarse y triunfar.
Hay madres con estilos personales directivos, autoritarios, permisibles y flexibles, entre otros. Sea cual sea el estilo personal de la madre, su objetivo primordial es ver bien a sus hijos e hijas y que puedan lograr una vida satisfactoria y feliz.
El “Coaching Maternal” puede ser una herramienta poderosa para desarrollar liderazgo, responsabilidad y disciplina en los niños. En palabras simples, es un proceso en el cual se acompaña a un individuo para que este consiga sus propósitos. No se trata de dar respuestas a esa persona o manifestar las sugerencias que tiene el coach para ella, sino que la finalidad es conseguir guiar a esa persona para que descubra por sí misma las respuestas que necesita.
Una madre puede utilizar preguntas poderosas para explorar los intereses e interpretaciones de la vida de sus hijos e hijas para conocerlos profundamente. La madre “Coach” no les dice a sus niños que hacer en todo momento, más bien modela con el ejemplo los comportamientos esperados. Los lleva a reflexionar en sus experiencias y su exploración del mundo que los rodea. De acuerdo con las diferentes etapas de desarrollo del individuo, las preguntas poderosas serán de utilidad para desarrollar la personalidad, valores y toma de decisiones del niño.
Otro elemento fundamental del “Coaching Maternal” es la aceptación libre de juicio y la escucha activa. Escuchar lo que los hijos tienen que decir, por mas simple que sea su vocabulario, puede dar mucha información crucial para su bienestar. Podríamos descubrir patrones de maltrato o abuso en la escuela u otro entorno incluso familiar. Cada señal de comunicación tanto verbal como corporal debe ser atendido.
Por último, se encuantra anclar en fortalezas. Hay que observar, identificar y resaltar los talentos de los hijos. Enfocarse en potenciar las fortalezas al máximo formar una autoestima saludable. De igual forma, escuchar activamente puede ayudar a identificar áreas de enfoque que deben ser atendidas con urgencia para no dejar rezagados a los retoños.
Proverbios 31:10 “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.”