Los docentes jubilados de la APPU (JAPPU), nos solidarizamos con los migrantes que residen en Puerto Rico, trabajan, aman y sueñan con un mejor porvenir para sus hijos y dependientes.
Nuestros hermanos migrantes nunca han sido un estorbo. Son parte de nuestra comunidad diversa; aportan de muchas maneras a nuestro país y hacen trabajos necesarios para nuestra subsistencia. Lo legal no necesariamente es ético ni justo. La esclavitud fue legal, a pesar de ser un acto tan abominable e inhumano.
Lo que mueve las salvajadas y atropellos ejecutadas por ICE y que nos indignan cuando las vemos por televisión o en los medios digitales, no es la supuesta ilegalidad de las víctimas: son la xenofobia, el racismo y la aporofobia. Es inhumano e insensible separar madres de sus hijos, hermanos y otros familiares. El terror que siembran estos peones del nefasto presidente que ¿dirige? a la metrópoli, provocan hambre, angustias, dolor y muerte. Ningún ser humano merece estas vejaciones,solo por ser “extranjero”. En estos momentos en que la globalización es la orden del día, las fronteras son cada vez más difusas. Somos ciudadanos del planeta Tierra.
La JAPPU condena las acciones violentas, inmorales, e inhumanas contra los migrantes. Repudiamos la brutalidad policiaca y el uso de fuerza excesiva, tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico. Condenamos también la traición y la desidia de nuestra gobernadora y legisladores de mayoría. Exhortamos a nuestros compatriotas a no ser cómplices de este genocidio oculto bajo el eufemismo de “mantener un país de ley y orden”. Hoy vienen por ellos, mañana vendrán por los que quedemos.