La Junta de Retiro de la Universidad de Puerto Rico (JR-UPR) repudió que la Junta de Gobierno de la UPR aprobara un presupuesto con un déficit ascendiente a $17 millones y que no cuenta con fondos adicionales para atender el riesgo que enfrenta el Recinto de Ciencias Médicas de perder la acreditación de la Middle States Commission on Higher Education.
“Rechazamos la aprobación de un presupuesto que pone en riesgo, una vez más, el funcionamiento adecuado de la Universidad de Puerto Rico y la acreditación de Ciencias Médicas y repudiamos la anuencia de la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno hacia los recortes, además de la cobardía de no enfrentar a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF)”, expresó Luis Vicenty Santini, presidente de la JR-UPR, en reacción al anuncio de que el presupuesto fue aprobado tras reunión de la Junta de Gobierno de la UPR con la JSF y varios líderes legislativos.
El funcionario universitario recordó que hace apenas unas semanas la JSF intentó chantajear al Gobierno para conceder $40 millones adicionales al presupuesto de la UPR con la condición de que se cerrara el Plan de Beneficios Definidos del Sistema de Retiro.
“Nuevamente, somos testigos de cómo la JSF y el Gobierno hacen todo lo posible para destruir nuestra Universidad y entregarla a grandes intereses privados en educación y de otra índole en Puerto Rico. Han intentado destruirla y han atacado directamente a nuestro Sistema de Retiro. Es inaceptable que la Junta de Gobierno ceda ante sus exigencias con solo dos votos en contra, que fueron de los representantes estudiantiles, a quienes felicitamos por su verticalidad y afrenta sin miedos. En reiteradas ocasiones hemos advertido que recortar aún más el presupuesto de nuestra Universidad pone en riesgo la calidad de la educación y los servicios que ofrece el centro que ha formado a miles de profesionales en este país y podría influir en nuestro Sistema de Retiro, que actualmente es el único sistema solvente de Puerto Rico”, sentenció Vicenty Santini.
La JR-UPR solicitó, además, que se declare a la Universidad como servicio esencial para que se le conceda la partida solicitada por el Gobernador en el presupuesto inicial y que no impongan más recortes. Este ha sido un reclamo constante de la administración de la UPR, los empleados y los estudiantes.