Luego del comienzo este jueves de una temporada de huracanes que proyecciones científicas comparan con la del 2017, el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) no cuenta aún entre sus archivos con un plan de emergencia debidamente aprobado para el sistema de transmisión y distribución eléctrica actualizado tras el paso del huracán Fiona el año pasado, denunció la coalición Queremos Sol.
“Debe recordarse que el reporte oficial de muertes asociadas con el huracán Fiona en Puerto Rico, con datos al 24 de enero pasado, informa que 44 personas perdieron la vida en 26 municipios, la mayoría por exacerbación aguda de enfermedades crónicas, caídas y quemaduras. Todas esas fatalidades ocurrieron en el contexto del apagón general que se extendió por varias semanas en algunos sectores”, dijo la líder comunitaria Myrna Conty, miembro de Queremos Sol. “No podemos permitir que ocurran más tragedias por la falta de fiscalización a las empresas privatizadoras”, añadió.
La situación se torna más preocupante para la coalición ante la defensa que mantiene el gobernador Pedro Pierluisi hacia LUMA. El pasado jueves adujo que Puerto Rico está mejor preparado que antes para enfrentar un evento atmosférico sin proveer datos precisos.
“El gobernador ha llegado al punto de ofrecer a La Fortaleza como intermediario de LUMA con los alcaldes, con lo que justifica la renuencia de la empresa a rendir cuentas públicas sobre su plan de emergencia y sus preparativos. Cabe recordar que LUMA ha ignorado todas las solicitudes que ha presentado el gobernador a la fecha”, expuso la ingeniera Ingrid M. Vila Biaggi, presidenta y cofundadora de CAMBIO, organización que forma parte de Queremos Sol, haciendo alusión a los cambios gerenciales y de operación que ha solicitado.
En plena crisis por la interrupción prolongada del servicio eléctrico en septiembre del 2022, alcaldes deploraron la incapacidad de LUMA para manejar la emergencia y urgieron un plan de acción que corrigiera las fallas en la respuesta. La pasada semana, alcaldes reiteraron su preocupación y malestar con la falta de información por parte de la empresa sobre el estado del sistema eléctrico que administra.
Por su parte, Adriana González, de Sierra Club y parte de Queremos Sol, señaló que “lo peor es que la nueva temporada de huracanes que comenzó el pasado jueves llega sin que aquella experiencia haya provocado cambios ni en la política de privatización, ni en la conducta negligente mostrada por LUMA como tampoco en la actitud sumisa del NEPR”.
“El Negociado está incumpliendo con su deber de asegurar que Puerto Rico cuente con un plan de emergencia actualizado para que la empresa que maneja el sistema de transmisión y distribución eléctrica evite nuevas desgracias en caso de una tormenta o huracán”, sentenció.