En el marco del Mes de la Concienciación del Síndrome Down, la Cámara de Representantes inauguró este martes la exposición de arte Trópico 21 como la muestra más reciente del Colectivo ArteVivo de la Fundación Puertorriqueña Síndrome Down.
En un ambiente de baile y júbilo, la actividad contó con la participación de los niños, jóvenes y adultos con Síndrome Down que expresaron sus ideas, sentimientos y mostraron su personalidad en las obras que serán exhibidas en la Galería José Tous Soto en El Capitolio.
“Hay gente que son bendecidas con el habla; algunos pueden saltar; otros pueden correr, pero no todos pueden plasmar su espíritu a través de las artes plásticas. Hoy vamos a ver el alma de nuestros talentos”, expresó el presidente de la Cámara, Rafael Hernández Montañez.
“Para nosotros es más que un honor que la galería del Capitolio sea el espacio para que ustedes puedan demostrar su arte”, abundó.
La directora ejecutiva de la organización, Stephanie Ávila Berríos, explicó que Trópico 21 se refiere a los paralelos que atraviesan las latitudes de la Tierra que otorgan al Planeta un clima y una diversidad biológica única. Como en el trópico de Puerto Rico, cada obra pretende lograr un acercamiento que muestre al espectador la diversidad y riqueza que hace destacar a la Tierra.
“Trópico 21 es mucho más de lo que habitamos. Aporta a nuestros ricos colores y textura. Somos diversos y únicos. Somos una gama de emociones que se siente con un abrazo o una mirada”, afirmó Ávila Berríos.
Por su parte, Zaida Rivera Berrocal, integrante de la Junta Directiva, destacó la importancia de educar a la población sobre la inclusión de personas con diversidad funcional, así como eliminar las barreras y el estigma que existe en torno a esta población.
“Debemos fomentar la inclusión y la participación en el mundo laboral. La inclusión en el campo laboral es esencial para promover la igualdad de oportunidades, el respeto y los derechos humanos de esta población”, manifestó Rivera Berrocal.
La Fundación Puertorriqueña Síndrome Down es una organización sin fines de lucro incorporada en el Departamento de Estado en 1989. Sin embargo, desde el 1986 se había formado la Sociedad Puertorriqueña Síndrome Down por padres y madres de niños con esta condición.
Desde entonces, ha atendido a más de 6,000 personas, convirtiéndose en la única entidad en la isla que atiende a la población con síndrome de Down con un enfoque integral de servicios.
