¿Quién no ha dicho alguna vez “quisiera estar en tus zapatos”? En el mundo de Freaky Friday, eso realmente sucede. Y cada vez que pasa, lo que sigue es confusión, muchas risas y una lección inesperada.
En 2003, Freaky Friday se convirtió en una de las comedias familiares más queridas del cine. Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan, como madre e hija que intercambian cuerpos por accidente, ofrecieron una historia cercana, divertida y emocional. El mensaje caló especialmente en las familias: a veces, lo único que se necesita para entender al otro es ver la vida desde su lugar, aunque sea solo por un día.
Ahora, Freakier Friday retoma esa idea con una nueva versión que va un poco más allá. Esta vez, el cambio no ocurre entre dos personas, sino entre tres generaciones: una madre, su hija adolescente y su nueva hijastra. Todo comienza con un rayo, pero lo que realmente transforma a los personajes es la experiencia de vivir en la piel de la otra. Literalmente.
La película juega con una situación fantástica, pero lo hace desde lo cotidiano. La frustración de no ser entendida. Las diferencias que se agrandan en casa. El reto de convivir cuando las edades, las historias y las formas de comunicarse son tan distintas. El humor surge de esos momentos incómodos, y también del cariño que se esconde detrás de cada choque generacional.
Freakier Friday revive una historia conocida, pero la mira desde otro ángulo. No busca dar grandes respuestas. Solo nos recuerda, con una sonrisa, que muchas veces juzgamos sin saber, hablamos sin escuchar y asumimos sin preguntar. Cambiar de cuerpo no es posible en la vida real, pero imaginarlo puede ser un buen ejercicio para acercarnos más.
Con Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan de regreso, Freakier Friday ya se encuentra disponible en cines de Puerto Rico.