Por: Lysbell Araujo
En los pasados años, montar un negocio ha tenido un auge increíble. Entre las razones principales para emprender, encontramos la inestabilidad en los empleos, la mala paga y la falta de flexibilidad. A esto le añadimos la cantidad de publicidad que vemos en las redes sociales sobre negocios y el estilo de vida a lo “Kardashian”, lo que inspira a cualquiera querer montar un negocio. La realidad es que esta modalidad de emprender ha facilitado el proceso de montar un negocio, pues han surgido más recursos para los emprendedores a través de incubadoras y aceleradoras, servicios de mentoría y acceso a capital. Por supuesto, tampoco podemos olvidar el impacto de la tecnología; lo cual ha permitido que muchos decidan dar el brinco. Entonces, ¿necesito emprender para hacerme rico?
Este movimiento, lamentablemente ha llegado a criticar a las personas que no deciden emprender. “Si no emprendes no lograras independencia financiera”. Peor aún, te hacen ver que si te quedas como empleado no tienes muchas metas o no deseas progresar. Si bien es cierto que los negocios locales son parte del motor económico del país, no quiere decir que vamos a salir corriendo a montar un negocio.
Para empezar, emprender no es para todo el mundo y eso no hará que estés destinado a pasar hambre. Todo lo contrario. Emprender en Puerto Rico puede ser sumamente complicado, drenante y frustrante. Sin embargo, no es imposible. Tener negocio propio implica trabajar en muchas ocasiones más horas de lo que estabas acostumbrado a trabajar. Además, emprender requiere una mejor planificación de tus finanzas. Tienes que saber dividir las operaciones de tu negocio y las finanzas personales.
Si hay algo que debemos tener más allá de un negocio, es mente empresarial. Tener mente empresarial permitirá una perspectiva diferente sobre las cosas. Cómo manejar dinero, saber priorizar y evaluar las decisiones es lo que nos permitirá lograr libertad financiera.
Un negocio requiere disciplina, consistencia, planificación, un plan de trabajo, presupuesto, maximizar recursos, reducir gastos y búsquedas adicionales de ingresos, entre otras cosas. Esto es en lo que nosotros debemos enfocarnos en carácter personal. Todo esto lo podemos hacer de igual forma siendo empleado de una empresa. Nosotros tenemos la capacidad de evaluar si el trabajo que tenemos nos genera el dinero que necesitamos para cubrir nuestras necesidades básicas. Si no lo hace, tenemos la opción de buscar otros empleos, buscar otras fuentes de ingreso, reducir costos, cambiar estilo de vida.
La importancia de lograr independencia financiera o riqueza no dependerá si nos convertimos en emprendedores, dependerá de cómo manejamos nuestras finanzas. Cuánto ahorramos, cuánto invertimos y cuánto planificamos para nuestro futuro. Esa es la clave para cualquier persona, empleado o emprendedor, para lograr riqueza. Antes de salir como los locos a ver que te inventas para emprender, considera que cosas en tu vida puedes cambiar para tener mejor control tu flujo de efectivo y de tus finanzas. Evalúa cuánto estas ahorrando e invirtiendo y si son suficiente para lo que tú quieres crear.
Al final del día la meta es la misma, lograr cubrir tus necesidades básicas sin la necesidad de trabajar.
