El ahogamiento o asfixia en la mascota provoca que se interrumpa el paso de aire a los pulmones del animal por diversas causas. Esto significa que el oxígeno no se distribuye a través de la sangre a órganos vitales como el cerebro, el corazón o los riñones. Estos episodios pueden causar en la mascota y en sus dueños pánico, miedo y ansiedad.
Estos ahogamientos pueden ser provocados por juguetes o restos de alimentos como un hueso o semilla, dulces, envases o bolsas plásticas, entre otros que pasan al tracto respiratorio y pueden obstruir parcial o totalmente el paso de aire, por alguna actividad física como nadar, por intoxicación provocada por la inhalación de humo o monóxido de carbono.
También la mascota se puede ahogar a consecuencia de un golpe de calor o por padecer alguna enfermedad cardiaca o respiratoria o sufrir un trauma en el área del costado, tórax, cuello o en el pecho. Por estos motivos es importante conocer lo que podemos hacer para ayudar al animal a solucionar algún episodio de esta naturaleza.
A continuación, te presentamos algunas recomendaciones de qué hacer en caso de que tu mascota se ahogue:
1. Lo primero que se recomienda es mantener la calma. Es fundamental que se le transmita tranquilidad a la mascota. Se pueden practicar caricias y utilizar un tono de voz bajo.
2. Se debe evitar meter la mano en la boca de la mascota para extraer el objeto. El animal puede morder o podemos bloquear más la entrada de aire.
3. Puede aplicar lo que se conoce como la maniobra de Heimlich. Esto consiste en levantar las patas traseras del animal y agarrarlas entre nuestras piernas, con ayuda también de los brazos, como si se tratara de un abrazo. De este modo, el tercio trasero del perro o gato quedará levantado. Esto ayudará a la salida del objeto que le asfixia. Está técnica también la podemos utilizar con los gatos.
En los gatos es importante no levantar al animal del suelo. Esto puede provocar que se voltee y hasta girarse. Estos movimientos pueden dificultar la salida del objeto que está interfiriendo con su respiración.
En caso de ahogamiento por un golpe de calor, se recomienda que la mascota sea retirada inmediatamente de la exposición al sol y se le baje la temperatura con pañitos o toallas húmedas e hidratar.
Cuando el ahogamiento es por agua, si la mascota es pequeña, se debe agarrar la mascota con cuidado por las patas traseras, elevarla con boca colgando hacia abajo y sacudirla suavemente para que salga el agua. Si es una mascota grande debe mantener acostado sobre el suelo y se elevarán las patas traseras para dejar la cabeza abajo y que expulse el agua tragada.
Si el animal no expulsa el agua, colocaremos al animal de lado, con la cabeza más baja que el cuerpo, y comprobaremos su respiración y ritmo cardíaco. Si el corazón late, pero no respira deberemos realizarle la reanimación cardiopulmonar (RCP) que consiste en tumbar al perro de costado, realiza dos respiraciones sobre su boca seguidas de 30 comprensiones sobre la última costilla por minuto hasta que empiece a respirar.
Se recomienda llevar de inmediato a la mascota al médico veterinario para su atención y evaluación.
Para prevenir posibles ahogamientos en las mascotas, debemos prestar atención a los juguetes y cualquier artículo que esté accesibles a la mascota que pueda ser dañino o perjudicial. No se le debe ofrecer huesos, golosinas u otros alimentos que no sean del tamaño adecuado para la mascota que bloquee sus vías respiratorias. Hay que enseñarle a soltar cualquier objeto cuando se le ordenemos.
Si hay una piscina en la residencia, se recomienda colocar rampas en sus alrededores. Si el animal luce fatigado mientras está nadando, debemos socorrerlo.
Para más información, puede llamar al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico al 787-520-0237 o acceder www.facebook.com/CMVPR.
